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En la explosión publicitaria en la que vivimos cada día, existe un gran número de empresas que tratan de conseguir clientes de muchas formas, especialmente en la transformación digital de nuestros tiempos.
No obstante, la constante batalla por conseguir nuevos clientes y/o por mantener a los que ya han llegado, puede ocasionar que algunos conceptos básicos se olviden y, al final del día, la razón por la cual esto pasa parece ser la vorágine comercial en la que estamos.
Resulta que hay negocios, incluso en el ámbito digital, que han olvidado tener bien definida su oferta comercial, situación que se puede notar de un producto a otro.
Por ello, aquí hablaremos sobre qué es la oferta comercial y las razones que la hacen importante.
La oferta comercial, para definirla de la manera más sencilla posible, se refiere a los siguientes aspectos específicos en los que las actividades de esta índole se distinguen: precio, condiciones de compra, tamaño o cantidad del producto y formato.
Las ofertas comerciales buscan, básicamente, potenciar la venta de nuevos productos o servicios, o bien hacer lo mismo con productos o servicios que ya habían sido lanzados.
Esto no significa que, como tal, una oferta comercial deba incluir promociones, tales como rebajas en el precio, liquidaciones, obsequios, etcétera.
Es decir, impulsar las ventas no necesariamente debe de estar ligado a promociones, sino que se debe buscar trazar una oferta comercial bien definida que por sí misma sea atractiva para los consumidores.
En la era en la que nos encontramos, el mercado es tan competitivo que contar con un buen producto, duradero y de calidad, ya no garantiza tener éxito en las ventas.
Desde antes de la puesta en venta, la oferta comercial es importante, porque marca la pauta sobre cómo mostrarás eso que quieres vender. Como dicen por ahí, “de la vista nace el amor”.
Por si fuera poco, la transformación digital ha modificado de forma brutal los hábitos de consumo en nuestros días, incluso con aquellos productos que ya solíamos adquirir.
Por ejemplo, habrá quienes acudían frecuentemente a tomar un buen café en alguna plaza y que quizá al día de hoy prefieran pedir el mismo café a través de una aplicación para poder disfrutarlo en casa. Seguramente si reflexionamos un poco sobre nuestros hábitos de compra, encontraremos alguna situación similar.
Todo esto también ha provocado que existan ciertas tendencias y patrones en los que los consumidores nos fijamos durante el proceso de compra de algún producto o servicio.
Este tipo de comportamientos pueden ser, por ejemplo, una vaga reflexión al momento de considerar la compra de un producto y muchas veces nuestra atención puede centrarse en elementos que consideramos negativos, a pesar de que también existan puntos positivos para un producto o servicio.
Para comprenderlo, pensemos en cómo se anuncian los precios de los productos, son cifras que no se redondean y que siempre terminan en 99 o, si acaso, 90 centavos, pues colocar que un producto cuesta 10,000 es más agresivo que si colocamos 9,999.
Si aún no defines tu oferta comercial, todavía estás a tiempo de hacerlo. Se trata de algo que es relativamente simple pero que es muy útil para determinar ciertos aspectos de tu negocio.
Además, como ya vimos, es buena idea estructurar una oferta comercial definida hacia lo más simple. Es decir, algo que sea fácil de captar y que resalte solamente los elementos más interesantes de tus productos o servicios. Así tus clientes podrán enfocarse en lo bueno que ofreces y no en lo negativo que la mente busca.
Por otro lado, si piensas acompañar tu oferta comercial de promociones continuas, es una decisión válida. No obstante, de antemano te comentamos que existen algunos métodos que pueden tener un impacto similar al de una promoción y, sin embargo, no se parecen mucho a las rebajas.
La oferta comercial es algo que algunas plataformas comerciales, físicas y digitales, vigilan continuamente. Incluso por ley hay algunos puntos a considerar. Por lo tanto, presta especial atención a tu oferta comercial y trata de marcar la línea de tu negocio.
Si aún estás un poco perdido sobre cómo definir una oferta comercial, puedes considerar añadir este elemento a su estructura. Se trata del diferenciador de tu marca, es decir, aquello que la hace distinta a la competencia.
¿Quizá un programa de acumulación de puntos de recompensa o tal vez un descuento en el envío a domicilio? Solamente tú podrás saber qué es lo que mejor queda con el tono de tu negocio y sus metas.
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